La Percepción auditiva desde la niñez


La percepción auditiva constituye un requisito para la comunicación. Implica la capacidad para reconocer, discriminar e interpretar estímulos auditivos asociándolos a experiencias previas.
- Este aspecto perceptivo tiene una relación muy intensa con el lenguaje y por lo tanto debe hacerse siempre un planteamiento común de ambos aspectos.
- El desarrollo de la percepción auditiva debe reforzarse con otras, siempre que se pueda, de carácter visual, cenestésico y temporal.
- La contaminación auditiva se produce más fácilmente que la visual, es por ello que los estímulos auditivos en un principio han de ser todo lo nítidos que podamos obtenerlos.
- En la percepción auditiva es tan importante el sonido como el silencio.
En este plan de desarrollo de la percepción auditiva se presentan las siguientes áreas de entrenamiento:

Conciencia auditiva:
Los ejercicios que luego se sugieren tienen como propósito hacer tomar conciencia al niño del mundo de sonidos en el cual está inmerso. Están basados en las recomendaciones dadas por D. Butt del "Duval Country Reading Laboratory".
Tomar conciencia de los sonidos de la naturaleza: viento, truenos, olas, lluvia. Esto puede hacerse con experiencias directas, o bien valerse de grabaciones.
Tomar conciencia de sonidos producidos por animales: pájaros, perros, gatos, patos.
Reparar en la intensidad de los sonidos; por ejemplo, andar en puntillas, golpear fuertemente el suelo, sonidos fuertes y suaves de campana, aplausos de intensidad diferente, cerrar la puerta con suavidad o con fuerza.
Reconocimiento de rimas y ritmos usando una gran variedad de poesías, fábulas, anuncios radiales y de televisión. Valerse de buenas antologías de versos infantiles.


Memoria auditiva:
Tienen como objetivo ampliar el grado de memorización del niño a través de la modalidad auditiva, tanto en los aspectos de evocación, reproducción verbal y retención.
Jugar al eco: los niños tratan de reproducir tres tonos (palabras o números) producidos por un niño que permanece escondido.
Repetición de diversos modelos de golpes con las manos, dados por el educador.
El educador da una, dos, tres o más instrucciones y le pide que las ejecute en el mismo orden. Por ejemplo: toma este lápiz, colócalo sobre esa mesa y cierra la ventana.
Jugar al teléfono roto: un niño susurra una frase al oído del otro, este los trasmite al siguiente y así sucesivamente.
Memorizar poesías de contenido interesante para el niño. Darle oportunidad para demostrar el esfuerzo desplegado en la memorización y premiarlo.
Jugar al mensajero: darle un recado o mensaje oral y pedirle que lo transmita, textualmente, a otro compañero o aun alumno de otra clase.
Leer o decir la descripción de una escena rica en detalles susceptibles de ser dibujados. A continuación, pedirle que dibuje la escena, basándose en lo que oyó.


· Discriminación auditiva:
Estos ejercicios permiten desarrollar la habilidad de diferenciar sonidos semejantes o diferentes.
Proporcionar períodos cortos destinados a escuchar e identificar sonidos: grabaciones de poesías y cuentos infantiles; narraciones por parte del educador. Hacer que los niños se anticipen a los sonidos de las grabaciones o palabras de los cuentos.
Hacer que, con los ojos cerrados, identifiquen sonidos producidos por el educador, tales como romper papel, arrugarlo, tamborilear con el lápiz, con los dedos o el rebote de una pelota.
Hacer que distintos alumnos imiten sonidos de animales o seres humanos. Los demás tratarán de adivinarlos. Realizar el mismo juego tratando de reproducir sonidos característicos del campo, del aeropuerto, de la calle, etc. enfatizar las diferencias entre tono, intensidad y timbre.


· Sonidos iniciales:
Como una etapa importante para preparar al niño a leer, éste debe discriminar sonidos componentes del habla. Estos sonidos no deben presentarse aislados porque de esta manera no tienen significación lingüística; han de presentarse dentro del contexto de palabras familiares. Con el fin de discriminar sonidos se presentan las siguientes sugerencias:
El buque cargado. El educador muestra una lámina y dice: ha llegado un buque cargado de... Cada niño debe responder una palabra que tenga el mismo sonido inicial del dibujo representado en la lámina.
Recortar dibujos, fotografías, ilustraciones de seres u objetos figurativos, es decir, que representen algo concreto como silla o lápiz. Proporcionarles cartulina y pegante y tratar que peguen en la hoja todos los recortes de ilustraciones con un mismo sonido inicial.
Jugar al supermercado. Hacer tarjetas con cosas que se compran en un supermercado: botellas de leche, frutas, jabón, etc. distribuir varias tarjetas a cada niño. Entonces preguntar: quién ha comprado algo que empieza como mamá. El niño que muestra la tarjeta que responde a la pregunta puede depositarla en una bolsa.

· Sonidos finales (Rimas):
Una vez que el niño ha adquirido destreza en discriminar los sonidos iniciales, o bien, simultáneamente, se debe ejercitar la discriminación de los sonidos finales de las palabras.
Decir poesías cortas, adivinanzas, juegos de palabras, donde aparezcan rimas consonantes. Destacarlas.
Se presenta una lámina con diferentes objetos. Se le da al niño opciones de palabras que rimen con alguno de los objetos, él debe escoger la que rime. Realizar el juego Tenis de palabras. Formar grupos de no más de tres niños. El primero dice una palabra tal como lana y el niño del equipo opuesto le responde como rana. Esto continúa hasta que alguno no pueda dar otra palabra que rime con la inicial.


· Análisis fónico:
El análisis fónico implica el estudio de los símbolos impresos equivalentes del habla y su uso en la pronunciación de las palabras impresas o escritas. Harris, A. (1966)
Para lograr el dominio del código escrito, el niño debe manejar asociaciones letra-sonido y ser capaz de aplicarlas para decodificar palabras impresas que no corresponden a su vocabulario visual. Se destacan las siguientes actividades:
Destacar a la vista del niño una serie de láminas que contengan palabras claves, es decir, una palabra con un dibujo que la represente y que cumpla con la condición de ser figurativa y específica.
Construir dos círculos, uno de ellos más pequeño, y unirlos por el centro, de manera que cada uno pueda girar libremente sin mover al otro. Consonantes y vocales se marcan en el círculo más grande, y los dibujos de los objetos que empiezan con esos fonemas se colocan en el círculo interno, para que así puedan juntarse. Se le pide al niño que haga girar los círculos y una correctamente un fonema con el dibujo correspondiente.
Usar dos conjunto de tarjetas, uno con ilustraciones específicas y figurativas y otro con letras. Se le pide al niño que junte ilustración con letra. Se le pueden mostrar las letras y pedirle que ordene las ilustraciones según corresponda o al se le muestran las ilustraciones y se le pide que ordene las letras.